Un ratón encima de un queso

Recuerdo que esa frase le gustaba pronunciar a mi madre. Evidentemente Putin no es un inofensivo ratón sin embargo Trump le ha ofrecido el queso de la notoriedad y de la rehabilitación a nivel institucional. Hasta ahora Putin era un apestado. ¿Qué ha hecho para perder esa etiqueta?¡Nada!¡Absolutamente nada! Ha sido curioso ver a ambos personajes en la cumbre que tuvieron el pasado domingo en Alaska. El lenguaje corporal resultó ser tremendamente expresivo. Putin sonreía sin cesar, una sonrisa de satisfacción, como el que ha obtenido un premio o un galardón. Trump, estaba serio, contenido pero cordial y afectuoso. Golpeaba en el brazo a su anfitrión, le palmeaba la mano como señal de afecto, se la mantenía apretada durante un tiempo prolongado, sin prisa. A final ni el lenguaje diplomático más hermético ha podido ocultar que el resultado para Ucrania es desolador. Ni siquiera Trump ha conseguido que su rehabilitado amigo haga enmudecer las armas al menos durante un breve espacio de...